- Salones inspiradores decorados en blanco y madera
- Inspiración, espacios relajantes de estilo wabi-sabi
- Haz que tu casa sea más saludable y transmita tranquilidad
Sencillez y naturalidad. Todo impregnado de wabi-sabi, de imperfección perfecta y bella. ¿Complejo? ¡Para nada! En decoración, esta tendencia de origen oriental -relacionada con el arte del kintsugi- se basa en lo natural, en el paso del tiempo como pilar de un hogar equilibrado y lleno de personalidad.
¿Sabías que el mismísimo Robert de Niro ha manifestado su admiración por esta filosofía? De hecho, como socio del hotel Greenwich, en Nueva York, ha dejado que la decoración, a cargo del gran Axel Verdoordt -para muchos considerado el mejor decorador del mundo- tenga ese aire. Sus claves para que puedas aplicarlas son:
Ambientes simples y cálidos
Pocas piezas pero en los materiales que transmiten calidez. No es que tenga que ver con el minimalismo pero puede tener cosas en común. ¿Para que añadir algo si no es necesario y no nos da paz? Igual que el minimalismo es un estilo que busca hacernos felices y eso se consigue con la sencillez.
Paredes desnudas
Prácticamente aparecen siempre sin adornos, concebido como “sin artificios” como en este ambiente con alfombra de Nanimarquina. En pocos ambienes wabi-sabi verás cuadros (y mucho menos cuadros coloridos). Quizá puede haber lienzos, telas, piezas elaboradas a base de texturas... Que la comodidad no se vea alterada. Puedes inspirarte en todas estas ideas para decorar una pared blanca.
Lo más naturales
En materiales naturales prácticamente sin tratar, casi adquiridos de la naturaleza. Madera, piedras, fibras naturales… y en textiles, más de lo mismo: algodón, lino, lana. Además, en ellos es especialmente importante el tacto. Si lo ves y te apetece tocarlo, es que es wabi-sabi.
Tonos neutros
El uso de colores neutros -blanco, grises, arenas...- evocan esa naturalidad de la que hace gala. Arenas, topos, grises, blancos y beis están por todos los rincones en una casa wabi-sabi. También puede aceptar un negro o un blanco pero no es habitual incluir colores más allá de esta reducida gama cromática.
La imperfección pone carácter
Se deja sentir el paso del tiempo. Y eso hace que no todas las superficies sean lisas y estén impolutas. Las paredes tienen textura. Los textiles, arrugas. Hay trama en el wabi-sabi. Adiós geometría. Lo desgastado, desconchones -los materiales al desnudo, como la tendencia raw que hace poco volvió con fuerza- todo lo que haga patente el encanto y el pasado de una casa o de una pieza forma parte de la historia de las cosas y el espíritu wabi sabi no solo las deja tal cual sino que las ensalza como un elemento promordial y maravilloso.
Detalles decó vinculados a la naturaleza
Como si emergieran de la tierra. En los muebles o las paredes pueden surgir raíces de árboles, ramas, hojas, plantas, dormitorios inspirados en la naturaleza... Todo aquello que puede ser tan natural como para estar en una montaña, una playa o un bosque. También conchas, arena, plantas…
En resumen, simpleza rústica, minimalismo cálido, naturaleza en estado puro. Porque el wabi-sabi va, en realidad, de sentirse a gusto, en conexión con lo natural y lo sencillo. Entre algunos de los interioristas que han apostado en alguna ocasión el estilo wabi-sabi en España encontramos nombres como Lorna de Santos, Iker Ochotorena, el estudio Madrid in Love o Villalón Studio.
¿Los espacios en los que se suele utilizar?
Puede ser una vivienda, de hecho es donde más sentido tiene, pero también en los hoteles o en un local como un restaurante o hasta una oficina. ¿No son acaso lugares en los que nos gusta estar en perfecta paz?
Y ahora, ¿quieres ver si el hotel Greenwich, del que Robert de Niro es socio junto a Ira Drukier, se ajusta? El encargado del interiorismo es Axel Vervoordt y el arquitecto fue el japonés Tatsuo Miki. Aquí tienes un rincón de ensueño de este hotel en el barrio de Tribecca, de Nueva York.