El amor, ese sentimiento tan hermoso como misterioso, atraviesa dos fases distintas que son fundamentales para comprender su complejidad: el enamoramiento y la confianza. La psicología nos habla de estas dos dimensiones del amor, siendo el enamoramiento la fase inicial, marcada por la pasión y la intensidad de los sentimientos, mientras que la segunda fase, la del amor más profundo y la camaradería, surge con el tiempo a partir de una conexión más sólida con la pareja.
El Cambio de la Fase Inicial a la Fase de Confianza
Al principio de una relación, nos sumergimos en el enamoramiento, donde la incertidumbre y el deseo de conquistar al otro dominan. Esta etapa, según el profesor de psicología Lars Penke, se caracteriza por la inseguridad y la búsqueda de reciprocidad en los sentimientos. Sin embargo, con el tiempo, esta intensidad inicial disminuye y da paso a un sentimiento más profundo. Penke explica que "en el mejor de los casos, el amor apasionado se transforma en un lazo más profundo. La pareja se vuelve más confiable, predecible, un puerto seguro".
La Confianza No Significa el Fin del Amor
A menudo, las personas confunden esta segunda fase, donde la relación se vuelve más estable y cotidiana, con el fin del amor. Sin embargo, esta percepción es errónea, ya que este cambio es parte natural del proceso. No podríamos mantener la intensidad inicial de la relación indefinidamente, ya que física y mentalmente nos desgastaría.
¿Por qué, a pesar de todo, nos desenamoramos?
Entender por qué el amor puede desvanecerse es esencial. Según Penke, las relaciones monógamas son como una ecuación de costos y beneficios. Si uno de los dos siente que no puede depender del otro, la ecuación se vuelve negativa y pueden surgir problemas. El factor clave aquí es la confianza. Cuando se pierde, ya sea por ocultar cosas, mentir o ser infiel, la relación se debilita significativamente.
Superar el Desamor: Un Desafío Emocional
A pesar de las dificultades en la relación, no todos eligen separarse. Las personas emocionalmente inestables a menudo permanecen en una relación por miedo a la soledad, transformando el amor en una forma de apego ansioso. Incluso cuando se decide romper, controlar los sentimientos es complicado. Superar el desamor es tan desafiante como enamorarse, ya que los sentimientos persisten, sin importar cuánto deseemos liberarnos.
Estrategias para Desenamorarse
Penke sugiere que para desenamorarse activamente, debemos desprendernos de la familiaridad. Reflexionar sobre los aspectos negativos de la relación refuerza las dudas y facilita la separación emocional. Además, buscar alternativas y recibir feedback positivo, como flirtear con nuevas personas, puede ayudar a romper los lazos emocionales.
En resumen, el amor pasa por fases naturales, desde la pasión inicial hasta la estabilidad basada en la confianza. Entender estos procesos emocionales puede ser clave para superar las dificultades en la relación y, en última instancia, encontrar la felicidad tanto en la unión como en la liberación.