En cuanto el cirujano considere que está preparado, le podrán recomendar ejercicios especializados o fisioterapia. Durante esta fase, probablemente el muñón continuará formándose con la terapia de compresión. Es posible que experimente algunos problemas con el equilibrio y la resistencia que, aunque frustrantes, son normales en esta fase.
Podría resultarle difícil sentarse de forma independiente, transferirse a una silla o ponerse de pie. El equipo de fisioterapia le dará instrucciones para garantizar su seguridad mientras trabaja en el desarrollo de estas habilidades. No tenga miedo de pedir ayuda a los miembros del equipo.
Cuando el médico determine que la herida esté lo suficientemente curada, le darán de alta del hospital. Tanto si vuelve a casa directamente o se traslada a un centro de rehabilitación, continuará sus ejercicios de movilización hasta que esté listo para el primer ajuste de prótesis.
A muchas personas con amputación por debajo de la rodilla se les da de alta al día siguiente, y algunas cirugías incluso se hacen en entornos ambulatorios. Es una cuestión a tener en cuenta.
En la sección “Consejos para el cuidado personal” ofrecemos algunos consejos prácticos que pueden resultar útiles.