Diferencia entre salario e ingresos
El sueldo o salario se paga a un trabajador o empleado por su trabajo en una relación laboral. Los autónomos, los trabajadores por cuenta propia, los pensionistas o los beneficiarios de prestaciones sociales no tienen ni sueldo ni salario, pero sí ingresos. Los trabajadores o empleados también pueden tener ingresos adicionales a su sueldo o salario. Se trata, por ejemplo, de ingresos procedentes de plusvalías (valores o intereses, por ejemplo) o alquileres.
Steve Jobs, por ejemplo, tuvo durante mucho tiempo un salario anual de sólo 1 dólar. Pero, además, disponía de una renta, a saber, el producto de la subida del precio de las acciones. En muchos países también se pagan intereses por los depósitos de los accionistas en las empresas. También son ingresos, pero no salarios, porque no se derivan de un trabajo activo.
La renta de una persona es, por tanto, la suma de todo el dinero ganado. La renta media de un país se calcula a partir del producto nacional bruto y el número de habitantes. Si se dividen todos los ingresos y beneficios de todos los habitantes (= renta nacional bruta) por el número de habitantes, se obtiene la renta media por persona. Esto incluye todos los sueldos y salarios, pero también otros ingresos, por ejemplo, de las ganancias de capital.
A primera vista, esto puede parecer algo inexacto en una comparación entre países, ya que las empresas también obtienen ingresos. Independientemente de que se trate de una pequeña sastrería de la esquina o de una sociedad anónima que cotiza en bolsa, esta empresa también es propiedad de personas. Así que la propiedad de estos propietarios aumenta en la misma medida que los ingresos de las empresas que poseen.
El salario, en cambio, es algo muy distinto y sólo puede compararse internacionalmente en algunos casos. Sólo incluye a quienes también reciben un sueldo (o salario) e ignora gran parte del dinero ganado. Además, lo que cubre este salario varía de un país a otro. En los grandes países industrializados, las cotizaciones a la seguridad social (por ejemplo: pensión, asistencia sanitaria, seguro de accidentes y enfermedad, seguro de desempleo o incluso cotizaciones por insolvencia) forman parte del salario. A veces, el empresario ya paga una parte, y esta parte ya no forma parte del salario bruto. En muchos otros países no existe ningún tipo de cotización patronal, ni siquiera seguro de desempleo o de pensiones. En todo el mundo, unos 4.000 millones de personas viven sin seguridad social.
Otra dificultad de las estadísticas es ya la determinación de los salarios. En los países donde no existe seguridad social, el Estado apenas tiene posibilidades de realizar un recuento razonablemente exacto. Por supuesto, cada Estado podría simplemente contar sus contribuyentes. Pero, ¿qué razón tiene un empresario para declarar a sus empleados? Una vez que no hay seguridad social, casi no hay incentivos para hacerlo.
Níger, Tailandia y Camboya, por ejemplo, han tenido tasas de desempleo muy por debajo del 1% durante décadas. Esto no se debe al pleno empleo en estos países, sino a que no hay ninguna ventaja en registrarse como empleado o desempleado. Los que no están registrados existen, pero no aparecen en las estadísticas oficiales.
En los países especialmente pobres se da además la circunstancia de que no pueden permitirse el lujo de contar con un organismo estadístico gubernamental y, por tanto, financiado por los contribuyentes. Aparte de algunas encuestas poco representativas, no suele haber cifras fiables. Esta es también la razón por la que en muchos países no se da un salario medio. Incluso la determinación de un valor medio comparable entre países es, por tanto, compleja o imposible. La indicación de un valor medio, que a menudo se desea aquí, es entonces pura utopía.
¿Sobrevivir coon 32 USD al mes?
Casi todos los países con ingresos notablemente bajos son países en desarrollo con condiciones políticas y económicas inestables. El contenido de las cifras es correcto, pero sólo reflejan lo que realmente registran las autoridades. En muchos países, aquellos que no registran su comercio o trabajan ilegalmente nunca son encontrados o procesados. Sin embargo, su trabajo realizado y las ventas de bienes tampoco se incluyen en las estadísticas gubernamentales. Y eso a su vez reduce el ingreso nacional bruto. Por lo tanto, estas cifras deben considerarse siempre con un poco de cautela.
La renta nacional siempre se atribuyen a los "residentes". Estas son las personas que también viven predominantemente en el país respectivo. No es necesario ser ciudadano, basta con que el país sea su lugar de residencia habitual. Este ingreso también incluye los ingresos generados por estos residentes en otro país. Así que un trabajador mexicano gana su dinero durante el día en los EE.UU., mientras que en México, sus ingresos pertenecen a México. Si realmente vive en los EE.UU. durante al menos 6 meses al año, se convierte en un residente dentro de los EE.UU. y sus ingresos cuentan allí.
Las cifras oficiales son recalculadas anualmente por diversas instituciones como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la OCDE. Desgraciadamente, no existe un procedimiento uniforme para delimitar la inflación, las fluctuaciones monetarias y el poder adquisitivo, por lo que todas las evaluaciones arrojan siempre resultados diferentes.
Por ello, el desglose de la renta se calcula según el método Atlas a partir del cociente entre la renta nacional bruta y el número de habitantes del país. Para ambos valores se toman las últimas cifras oficiales, que suelen ser las del año anterior. La OCDE y la UNECE calculan anualmente los salarios brutos en la moneda nacional respectiva. Para una mejor comparación, hemos convertido esta moneda nacional en dólares estadounidenses utilizando el tipo de cambio medio anual.
Los siguientes países no son estados soberanos sino países dependientes de otros estados:
Para más información sobre la definición de país, consulte nuestro artículo ¿Qué es un país?
