Es cierto que un buen suelo, rico en nutrientes, es lo ideal para que las plantas crezcan. Pero conviene saber que también es posible plantar en suelo pobre, esto es menos fértiles y más difíciles. Te contamos cómo.
¿Cuándo hablamos de suelo pobre?
Un suelo es calificado como pobre cuando no retiene bien los nutrientes que necesitan las plantas para crecer. Este tipo de suelo presenta una textura que no permite su extracción por la existencia de raíces. Se trata de un tipo de tierra arenosa, ligera y drenante, pero propensa a secarse. Es más fácil de cavar, pero las plantas requieren más atenciones.
Para reconocer un suelo con estas características solo tienes que observar la vegetación de los campos o jardines circundantes. Especies referentes de un suelo pobre son los espartos, las retamas negras, las malvas o los cardos corredores. La buena noticia es que puedes corregirlo incorporando materia orgánica para mejorar su textura y fertilidad antes de plantar.
¿Qué especies se pueden plantar en un suelo pobre?
Para que no tengas problemas a la hora de cultivar en este tipo de terrenos, solo tienes que elegir las especies idóneas. Mostrarán el mismo vigor que las que se cultivan en suelos más ricos. Apuesta por cactus, aromáticas, sabinas, juníperos o geranios vivaces, entre otras.
Si deseas instalar en tu suelo pobre especies adecuadas para condiciones más fértiles, corrígelo con estiércol. Desde 300-500 kg/100 m2, el suelo estará en condiciones de recibir a las plantas más exigentes en nutrientes. Distribuye bien la materia sobre la superficie y entrecava de manera superficial. No te olvides de que el riego debe ser abundante.
Evita corregir el suelo
Conviene respetar el ecosistema de cada paisaje, porque si plantas especies amantes de la humedad en un terreno seco, al ofrecerles el agua que requieren, podrías poner en peligro al resto de integrantes. ¿La mejor opción? Elegir especies que prosperen en tales condiciones, no corregir le paisaje para plantar las especies que deseas. En otras palabras, es adaptarte tú al medio y no forzarlo a él. Lo que sí puedes hacer para dar mayor utilidad a tu suelo sin grandes esfuerzos es adornar tu jardín con estructuras, pérgolas, quioscos, cenadores, etc., en lugar de emplear conjuntos vegetales. Otra idea es construir un estanque, que solo requiere agua para el primer llenado.
Así se convierte el terreno en fértil
Pero si aún así necesitas hacer que la tierra produzca, te damos algunas claves para convertir tu terreno en fértil.
• Cava el suelo, si es posible con ayuda de un rotocultivador y elimina los hierbajos.
• Añade suficiente materia orgánica, como estiércol bien descompuesto, para mejorar la estructura.
• Esparce un fertilizante completo a voleo. Parcela la superficie para ajustar bien las cantidades de abono.
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