Tocarse la nariz, mirar hacia los lados, elevar el volumen de la voz… El lenguaje no verbal es una parte fundamental de la comunicación humana. En cierta medida, podríamos afirmar que su interpretación dependerá en gran parte del estado emocional del receptor, quien puede a veces malinterpretar ciertos gestos como negativos o positivos, aún siendo estos de intencionalidad neutra.
Es por eso que el presente artículo constituye un pequeño repaso sobre el lenguaje no verbal, pero debemos tener en cuenta que no siempre que los gestos aparezcan en una situación de interacción social tienen por qué significar lo mismo.
Algunas interpretaciones del lenguaje no verbal
- Hablar con un tono de voz elevado y aceleradamente puede significar sorpresa, incluso alegría. Sucede lo contrario cuando el tono de voz es bajo y solemne: suele significar tristeza, desinterés, apatía.
- Apoyar las manos abiertas bajo la barbilla puede denotar aburrimiento, desinterés. En cambio, apoyar el puño bajo la barbilla suele significar que el receptor está evaluando la situación.
- Mantener la cabeza alta, señalando ligeramente hacia arriba y con las mandíbulas apretadas puede querer transmitir fuerza, agresividad y poder.
- Tocarse la oreja repetidamente puede significar que la persona se encuentra insegura en la conversación, que está mintiendo o que, por el contrario, cree que estás mintiendo tú.
- La interpretación de tener los brazos cruzados generalmente ha sido la de expresar rechazo, incomodidad hacia la situación o lo que la otra persona le está diciendo. No obstante, puede tratarse de una falsa interpretación, ya que muchas personas se mantienen de brazos cruzados por pura comodidad.
- Hablar manteniendo las palmas de las manos abiertas y contacto visual moderado, puede significar franqueza, interés por transmitir adecuadamente el mensaje y alcanzar acuerdo.
- Colocar los pies de frente a la persona con la que se está hablando puede transmitir interés por la conversación e implicación en la relación. Por el contrario, colocar un pie señalando hacia la salida suele significar que está deseando marcharse, abandonar la conversación.
- Cruzar las piernas apoyando el tobillo de una sobre la rodilla de la otra (como en la imagen del artículo) suele transmitir una actitud competitiva o defensiva.
- La postura que llamamos “expansiva” es aquella empleada ampliamente para hablar en público y ganar la confianza de los espectadores: mantener los pies señalando hacia delante con los brazos ligeramente abiertos y mostrando las palmas de las manos.
- Tendemos a imitar los movimientos de las personas con las que nos encontramos a gusto, para mimetizarnos con ellos y establecer un vínculo más profundo. Esto es algo importante de cara a las negociaciones o las entrevistas de trabajo.
No obstante…
Como ya hemos comentado al principio de este post, estos gestos no siempre tienen por qué significar lo mismo. Por ejemplo: la postura con los brazos “en jarras” suele denotar autoridad, incluso agresividad. Pero debemos tener en cuenta que, tras estar mucho tiempo de pie, puede ser una postura de comodidad para dar movimiento a los brazos. Estos tips pueden ayudarnos a controlar el mensaje que pretendemos transmitir a nuestro interlocutor.
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